Manejo del tiempo y procrastinación
El primer filósofo que dijo que debemos disfrutar del tiempo fue Epicuro Según los principios del epicureísmo, hay tres emociones que hacen que el paso del tiempo no resulte fácil:
- La frustración,
- La compulsión,
- El temor
Estas emociones determinan que nuestras horas se perciban como libres o delimitadas, expansivas o parsimoniosas, rápidas o lentas, o atormentadas.
Las fechas y los números no solo segmentan el flujo sensorial de la experiencia en fragmentos manejables, el tiempo también realiza un inestimable servicio psicológico: impone una forma a las terribles incertidumbres existenciales, tales como la duración y la decadencia, así como a ciertos sentimientos peculiares y abstractos, como es la sensación de la inevitabilidad. El tiempo nos aporta nuestra historia y nuestra identidad mediante la acumulación de significados: todos los motivos que nos llevan a seguir vivos.
Procrastinar significa posponer las cosas aún cuando sabemos que nos perjudica.
Nuestra mente tiene dos maneras poco útiles de deformar el tiempo. La primera consiste en que, cuanto más remoto sea un plazo, más probable es que subestimemos la complejidad de una tarea y, por lo tanto, el tiempo necesario para completarla. En segundo lugar, cuanto más complicada sea una tarea, cuanto más pasos implique, más alejado parecerá estar el plazo.
Son 5 los motivos que llevan a procrastinar:
- Incapacidad (no ser capaces de llevar a cabo la tarea);
- Situación (caos, desorden, falta de planificación),
- Agitación (te encanta “trabajar bajo presión”);
- Indecisión
- Evitar el fracaso
Para minimizarlos, procurá no asumir demasiadas responsabilidades a la vez y creá las condiciones en las que los objetivos resulten más alcanzables. Cuanto más uses el tiempo con sensatez y te atengas a los compromisos, más relajado, realista y confiable serás.
Asimismo, podemos entrenarnos para interceptar el impulso de procastinar. En cuanto notas que está sucediendo, pará!. Preguntate por qué te estas desviando de tus planes. Qué es lo que te está llamando la atención? Evaluá los costos y beneficios de posponer la tarea. Si estás convencido de que el aplazamiento tiene sentido, identificá el momento en el que retomarás la tarea. Anotá este nuevo plazo y asi, te será más difícil aplazarlo cuando llegue.
No procrastines… Priorizá y posponé deliberadamente!!!