Formulación del caso clínico

Introducción

Atravesar un proceso de evaluación psicológica es un gran acto de valor por parte de los consultantes. El terapeuta tiene la responsabilidad de reconocer esta vulnerabilidad y aprovecharla como una oportunidad para reforzar este acto a través de la comunicación de respeto, y evocar confianza a través de la colaboración.

Usualmente el consultante tiene más de un motivo de consulta, por este motivo, sugerimos iniciar preguntándole al consultante por los problemas que desearía tratar en terapia, jerarquizarlos en orden de importancia, continuar definiéndolos topográficamente (intensidad, duración, frecuencia, etc.) y después analizar funcionalmente diversos ejemplos de ocurrencia del más importante en la jerarquía al menos relevante.

 

La evaluación clínica

La evaluación clínica no es algo que el terapeuta hace al consultante, sino un proceso colaborativo. Este proceso es terapéutico en sí mismo, pues permite desarrollar o fortalecer habilidades importantes para lograr los objetivos del consultante.

La evaluación implica la descripción, no sentenciosa, de las experiencias y acciones del consultante, así como de los contextos relevantes para su ocurrencia y mantenimiento. La finalidad de la valoración clínica no sólo es obtener información que permita formular un caso, sino también crear un contexto de intimidad, de confianza entre las partes involucradas.

 

Etapas del proceso de evaluación clínica
  1. Identificar el motivo de consulta. No importa si es una conducta problema o una meta
  2. Definir conductualmente el motivo de consulta topográfica y funcionalmente
  3. Definir las metas del tratamiento o los obstáculos si es que lo primero que se presentó fue una meta.
  4. Identificar conductas problemáticas y de mejora
    Tanto dentro como fuera de la consulta.

Una vez que terapeuta y consultante han definido colaborativamente el motivo de consulta, el siguiente paso es evaluarlo conductualmente.

Metas de la evaluación conductual 
  1. La definición topográfica de los comportamientos de interés (motivo de consulta) en las siguientes dimensiones: forma, duración, intensidad, frecuencia;
  2. El análisis funcional, identificar las variables contextuales que la mantienen.

La evaluación funcional consiste en realizar hipótesis sobre la relación de la conducta entre sus antecedentes y consecuencias, entre los estímulos discriminativos, los reforzadores positivos o negativos (a corto y largo plazo).

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Bibliografía utilizada: 
  1. Psicoterapia analítica funcional. Una guía clínica para usar como estrategia de cambio. Autores: Reyes Ortega, Michel; Kanter, Jonathan. Adquirí el libro ingresando acá.