Terapia Dialéctica comportamental

Las emociones desde DBT

DBT como tratamiento en general, y las habilidades que se enseñan en el grupo en particular, se basan en el supuesto de que las emociones constituyen un sistema completo de patrones de respuestas breves e involuntarias a estímulos internos y externos. Asimismo, enfatiza la importancia del valor adaptativo evolutivo de las emociones para comprenderlas. Aunque las respuestas emocionales son sistémicas, se puede considerar que están compuestas por los siguientes subsistemas relacionados entre sí:

  • Vulnerabilidad emocional frente a los estímulos;
  • Eventos internos y/o externos que, si se alimentan, actúan como estímulos emocionales (por ejemplo, eventos disparadores);
  • Evaluación e interpretaciones de los estímulos;
  • Tendencias de respuesta, que incluyen respuestas neuroquímicas y fisiológicas, experienciales e impulsos de acción;
  • Respuestas y acciones expresivas no verbales y verbales; y
  • Efectos posteriores del “desencadenante” emocional inicial, incluyendo emociones secundarias.

Desregulación emocional

La desregulación emocional es la incapacidad, pese a los mejores esfuerzos, de cambiar o regular los estímulos emocionales, las experiencias, las acciones, las respuestas verbales y/o las expresiones no verbales en condiciones normativas. La desregulación emocional generalizada se observa cuando la incapacidad para regular las emociones se producen en una amplia gama de emociones, problemas de adaptación y contextos situacionales. Es resultado de la vulnerabilidad a la alta emocionalidad, junto con la incapacidad de regular las respuestas intensas vinculadas a la emoción. Entre sus características se incluyen:

  • Exceso de experiencias emocionales dolorosas;
  • Incapacidad para regular la activación intensa;
  • Problemas para desviar la atención de los estímulos emocionales;
  • Distorsiones cognitivas y fallas en el procesamiento de la información;
  • Control insuficiente de conductas impulsivas relacionadas con fuertes emociones positivas y negativas;
  • Dificultades para organizar y coordinar actividades a fin de alcanzar objetivos no dependientes del estado de ánimo durante la activación emocional; y
  • Tendencia a congelarse o disociarse bajo estados fuertes de estrés.

También puede presentarse como sobrecontrol y supresión emocional; lo que lleva a emociones negativas generalizadas, bajas emociones positivas, incapacidad para incrementar las emociones positivas y dificultad para la comunicación emocional. La desregulación sistémica es producida por la vulnerabilidad emocional y por estrategias de modulación de la emoción desadaptativas e inadecuadas.

La vulnerabilidad emocional se define por estas características:

  • Muy alta emocionalidad negativa como línea base,
  • Sensibilidad a estímulos emocionales,
  • Respuesta intensa a estímulos emocionales y
  • Retorno lento a la línea de base emocional una vez que ha ocurrido la activación emocional.

La regulación emocional

La regulación emocional es la capacidad de:

  1. Inhibir la conducta impulsiva e inapropiada relacionada con fuertes emociones negativas o positivas;
  2. Organizarse uno mismo para accionar coordinadamente en función a un objetivo externo (es decir, actuar de una manera que no dependa del estado de ánimo cuando sea necesario);
  3. Autocalmar cualquier activación fisiológica que la emoción fuerte haya inducido; y
  4. Reenfocar la atención en presencia de una emoción fuerte.

Puede ser automática y controlada de forma conciente. En DBT, la atención se centra primero en aumentar el control consciente y en segundo lugar, en obtener suficiente práctica para internalizar las habilidades ya adquiridas de modo que, a la larga, se vuelvan automáticas.

Bibliografía:

  1. Sumar al amor. Paula J. Quintero – Pablo Gagliesi (2020) Tres Olas Ediciones
  2. Terapia Dialéctico Conductual. Juan Pablo Boggiano – Pablo Gagliesi (2018)
  3. Manual de Entrenamiento en Habilidades DBT. Marsha M. Linehan (2020) Tres Olas Ediciones