- Grupo Etapas
- febrero 12, 2022
- Emociones, Psicología
La velocidad del tiempo es una percepción subjetiva
Introducción
La velocidad del tiempo es una percepción puramente subjetiva. ¿Cómo podemos explicar esto? El físico Albert Einstein, descubridor del espacio-tiempo, señaló lo siguiente: “Una hora sentados con una hermosa joven en el banco de un parque se nos pasa como un minuto, pero un minuto sentados sobre una estufa caliente nos parece una hora. Eso es la relatividad”. ¿Has vivido alguna de estas situaciones? ¿Cómo percibiste el paso del tiempo? Literalmente, nuestro cerebro crea el tiempo a medida que avanzamos por él, estimando su paso mediante la percepción de las distintas señales que recibe. El tiempo resulta detectable por medio de los cambios del entorno, es por ello que la velocidad del tiempo una percepción puramente subjetiva, en función de los estímulos que nuestro cerebro tome como relevantes, y las emociones, sensaciones físicas y pensamientos que genere, lo viviremos como más lento o más deprisa.¿Cómo percibimos el paso del tiempo?
Si hay algo común a todas las personas es que el tiempo pasa para todos y a la misma velocidad. Sin embargo, también es cierto que la manera en la que cada uno percibe este paso del tiempo es totalmente distinta y depende de diversos factores. Durante el confinamiento, por ejemplo, el tiempo no habrá pasado de la misma forma para aquellos que han teletrabajado en sus hogares y se han ocupado de la educación de sus hijos que para quienes han sufrido un un despido de su empleo, para los que han padecido el coronavirus en soledad o los que han estado con el alma en vilo por un familiar enfermo. Para los primeros, probablemente, el tiempo habrá pasado volando, para los segundos, por el contrario, se habrá hecho eterno.La edad y el paso del tiempo
En el caso de los niños muchas de las funciones cognitivas relacionadas con las funciones ejecutivas como la organización, la toma de decisiones o la planificación de actividades en función del reloj no están estandarizadas, por lo tanto, el paso del tiempo se produce más lentamente que en adultos. Pero también hay factores externos, las propias experiencias o vivencias influyen en la percepción del tiempo. Para los niños, por ejemplo, muchas experiencias que viven son realizadas por primera vez y cuando estamos realizando algo por primera vez prestamos mucha más atención a ese acontecimiento o hecho.